Hoy es el magnánimo día del maestro, proclamado por el gobierno nacional, por uno de esos santos del vaticano. Maestro… una profesión muy dura en este pueblo donde su estatus, no es comparable al de otros profesionales; su salario da risa, su estabilidad laboral depende de la institución privada o pública donde preste sus servicios o de la convocatoria que logre pasar tras la dura competencia con diversos profesionales varados quienes añoran ganarse unos pesos, armados de un conocimiento disciplinar y gran ignorancia pedagógica; combinación explosiva observada en sus áreas, ayudando de esta manera al deterioro del imaginario social del docente y de la educación.
Es fácil ser maestro, No, no es fácil generar espacios de encuentro académico con 30 o 40 ñeros en un salón, percibiendo su presencia por la transpiración olorosa de sus cuerpos que por las intervenciones y aportes que puedan hacer al mismo, las instituciones donde se comparten dichos saberes los ven como obreros quienes además de su carga académica, deben realizar rondas tipo guardián de cárcel, preparar eventos, solucionar casos especiales, lidiar padres, asumir la proyectitis que en muchas ocasiones se realiza solo por cumplir la demanda que por obtener resultados, entre otras cositas por hacer, cumpliendo de esta manera los requisitos de una vida digna, vida con alto riesgo en pro de su ejercicio, donde se puede convertir en objetivo militar de cualquier grupo armado o de una garbinba que encuentre en la violencia la forma de justificar su incapacidad académica.Solo resta decir sin ningún sentido comercial “FELIZ DÍA MAESTRO”
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