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ENCUENTRO DE NARRADORES ORALES DEL CARIBE

22 horas en una estrecha silla de flota (me quede sin nalgas) me llevaron al hermoso departamento de la Guajira y a su acogedora capital Riohacha, como uno de los invitados al encuentro de narradores orales del Caribe 2009, organizado por La Corporación Sociocultural EMCULTUR, realizado del 13 al 17 de octubre (de ahí que estuviera tan perdido); en este encuentro tuve la oportunidad de presenciar narración oral de alta calidad, por parte de los invitados de Cuba, México, Venezuela y por supuesto de Colombia (que es una de las pocas cosas en la que nos destacamos). Ir a un festival de es un éxtasis total, son 5 o 8 días en los que se escuchan muchos cuentos e historias y como narrador se realizan muchas funciones.

.. Afiche del festival

Los invitados de México con su grupo Itacate de cuentos, muy queridos, cordiales y atentos con los demás participantes, la cubana le puso sabor a la cosa y el chico de Venezuela… gran persona, compartimos mucho tiempo y funciones (me sorprendió que me llevara tan bien con él, con mi poca habilidad para relacionarme), lo que más me impresiono de la Ciudad, fueron sus mujeres, generosas en carnes, perfectamente distribuidas en casi 2 metros de estatura que circulaban por la calle y la playa embelleciendo la ciudad, al acercarme a una de ellas me di cuenta que descontaban puntos por ser cachaco, por ese motivo lo único que obtuve fue una tortícolis en el cuello, ya que al caminar por ahí parecía un ventilador, siempre había una chica hermosa que apreciar (otra razón para no abandonar este país).

El público de Riohacha es buen espectador, ya que la narración se ha ganado un espacio importante, a tal punto que con este, ya son dos festivales internacionales con los que cuentan la ciudad, el otro va por su X versión y cada vez son más los interesados que asiste y están pendientes del lugar de las funciones, eso lo constante cuando una muchacha que conocí en el parque me contaba que caminaba casi 30 cuadras de ida y regreso solo para podernos escuchar, el saber esto hace que uno se comprometa en cada función y le meta ganas en el escenario, totalmente diferente al ambiente vivido en Santa Marta en el 2006 en el festival universitario, la narración apenas estaba iniciando en esta ciudad y la gente nos veía como bichos raros, ahora ir es un placer, ya hay mayor reconocimiento pues poseen un nuevo festival que pinta a convertirse en uno de los más importantes del país.

Lo más interesante de este encuentron fue ir a narrar a una ranchería wayúu, en el camino iba pensando “pero yo que les voy a narrar a ellos, más bien ellos deberían contarme sus historias”, aunque fue difícil, cuando uno hace lo que le gusta todo sale bien. Espero que este festival siga creciendo y se convierta en uno de los más importantes del Caribe Colombiano, por mi parte fue un gusto asistir ya que esto enriqueció mi oficio como narrador y permitió el intercambio de saberes e imaginarios propios de la narración al compartir con cada uno de los compañeros asistentes. Solo me queda agradecer la hospitalidad de la gente de la guajira.

Les dejo un corto recuento de cada uno de los asistentes:

Suleydis García: (Cuba) mucho sabor, sus narraciones, siempre iban acompañadas con cantos, un deleite exquisito de la palabra.

Fabian Zaraza: (Venezuela) la inocencia de las historias infantiles y del relato en verso, fue lo que nos compartió el hermano Bolivariano, especialista en narraraciones para los chiquillos.

Alma Rosa Rivera de los Santos (México) señora narradora, sus historias giraban en torno a la celebración del día de muertos de su país, que ponian los pelos los punta a los asistentes a cada función, eso si diferenciando siempre la relevancia e importancia de este día con la del ficti halloween gringo. Itacate de cuentos: su nombre se deriva del “mecato” llevado para el camino, sencillamente una perfecta articulación entre narración, música, danza, canto, y clown.

Luis Carlos Betancourt “Lucas”: Cartagena (Colombia) Excelentes historias desde el personaje narrador de “Lucas”, que narra aquellas historias de esa Cartagena desconocida y de comuna .

Y entre todos esos grandes, humildemente yo, que hice bastantes amigos (raro en mí), que me dejaron abiertas las puertas de su casa, para cuando quisiera volver, (ofrecimiento que haré efectivo este fin de año). Se que esta pequeña reseña es poco para estos excelentes narradores, la verdad, verdad es mucho mejor verlos en escena, a todos ellos y a ustedes un fuerte abrazo desde el interior de esté sufrido país, espero poderlos ver pronto.