miércoles

Decisiones

Aun recuerdo aquella vez como si fuera ayer, corría el año de mil novecientos noventa y tanto, me encontraba en 11° al colegio llego una delegación de hombres vestidos de verde, bajaron a todos los de la promoción y video bean en mano (que en ese entonces no era muy popular) empezaron la proyección “la escuela militar de cadetes….. Solo ingresan los mejores……bla, bla, bla”., todos quedaron impactados, no por el video sino por los benéficos de ser parte del glorioso ejército nacional, terminada la presentación me abrí espacio utilizando uno que otro codazo entre la jauría de compañeros que abordaban a los oficiales para iniciar el proceso de inscripción, cuarenta lucas cancele por el formulario en ese entonces, me entregaron una lista interminable de exámenes donde se incluía el de “ano y recto”, definitivamente el ejercito es pá varones –pensé-, fui sorteando uno a uno todos los exámenes hasta que llego el más temido por mí, el de optometría, mire allí, mire acá “ lo sentimos esta en los límites de visión exigidos para el ingreso”, chaooo, bye, bye, dijo la optómetra, tarde un año en aceptarlo y DECIDÍ no insistir más, total el ejercito de mi país no me necesitaba, en estos casos una buena compañía femenina reconforta y ayuda a olvidar, con el tiempo empecé a estudiar una carrera profesional de verdad.

Casi nueve años después me encontré con uno de aquellos compañeros al que esa vez le di codo para inscribirme en aquella lista, él si reunió las condiciones, él si se hizo lo de ano y recto, él si paso, claro el papá tenía un amigo coronel y..., la pregunta sobraba , ¿Cómo le ha ido? Si es como en el video…. Aun recuerdo su cabeza al frente inclinada a 45 °, luego extendió su cuello me miro a los ojos y empezó a contar.

4 años…. Yara…. 4 años…. De formación en la escuela militar, los mejores les dejan escoger el arma, los sobrantes por dedocracia, a mi me toco la de infantería y me asignaron al Vaupés, dos años y de ahí para Iraq, allá se pasa todo el día paniquiado, por el juba, o por algún man que le diera por inmolarse, eso tocaba desvestir al que llegara a la base, no fuera que saliera con cuentos chimbos… luego en Colombia de nuevo a la amazonia, ahí capturamos un subversivo y antes de entregarlo para ser judicializado apareció morraco y me abrieron proceso disciplinario por estar al mando… ahí pase un tris de saliva e intente cambiar la conversación, preguantado por el resto de compañeros, ¡aaaaaah!, Fulanito recibió un impacto en el brazo derecho, perdió la movilidad de algunas falanges y el ejercito lo indemnizo, Perecejito, en una emboscada perdió medio pelotón y se le corrió la teja, pero a Detal le fue mal perdió una pierna, lo indemnizaron con 80 millones, como ¡80 millones de pesos vale una pierna para el estado!, me sorprendí y no pedi más detalles, luego pregunte, aaaah y su merced ¿qué está haciendo?, yo ahora trabajo en seguridad, mientras me sale algo mejor y con ganas de estudiar derecho… conversamos un rato más, luego nos despedimos como viejos conocidos y nos perdimos en las peligrosas calles bogotanas….. 80 Millones ¡que tal!, acaso eso remplaza los partiditos de fútbol que le gustaban tanto a Detal o las montadas en bici…. y todo por defender la patria… patria que al final viene siendo uno mismo, el territorio su cuerpo, las zonas limítrofes sus extremidades y el mejor gobernante su razón, no este esperpento por el cual algunos, mutilan, y matan a sus compatriotas, la vida da muchas vueltas y hay muchas decisiones y sueños que no se pueden realizar, eso me hace acordar el cuento de la golondrina………

2 comentarios:

Nightwriter dijo...

Por mi parte, no me gusta la milicia, a veces pienso que tengo suerte de ser mujer porque no me toca prestar el servicio militar ya que me agobia pensar de tan solo intentarlo.
Afortunado tu que no pasaste el exámen.. a lo mejor no era para tí.
Aunque, no subestimes a los militares, tengo la oprtunidad de trabajar en un colegio militar.. conozco muchos exalumnos que como tu se inclinaron por esa vida y hoy en dia son unos excelentes militares (y tienen mucho billete)
Creo que eso también es suerte...
Saludos!

Anónimo dijo...

Lo que pasa con la milicia y que la hace tan atractiva, es que no hay que pensarlo mucho, porque ya te aseguras un trabajo, no tiene que pensar en que acabo de 'estudiar' y ahora a buscar camello...
Odio los cerdos militares...