Hace algunos días llego a mi correo uno de esos mensajes reenviados, (son los únicos que me llegan, ¡coño! porque la gente ya no escribe), en el adjunto venia la trascendental presentación en power de buen diseño “las 30 cosas que debes hacer antes de los treinta” y pues como me queda un camino largo para llegar hasta allá, lo leí pa´ descartar vainas.
Empelotada….. ya
Hablar con …… ya
Hacer el ………. ¡Huy juemadre!, yo no sabía que eso se podía hacer, bueno esta no, dejémosla para los albores de los 30 si hay plata.
Estar con…….. a caramba, pá no parecer ñoño digamos que si….
Así marque una a una todas las posibilidades, Una de ellas me llamo la atención en particular, “has ido a un cine porno” jejejeje que pregunta tan mari…. Siempre tienen que meterle sexo a todo, pero si eso no existe, eso es una leyenda ochentera.
Luego a la hora del almuerzo caminando por la candelaria, oh sorpresa ante mi estaba una de aquellas salas, y por simple curiosidad voyerista que en diversas ocasiones me asalta, olvide aquello de alimentarme y me dije que caramba ¡entremos! Jajaja tan gue…. entremos y siempre ando solo.
Lúgubre lugar, al cual se accede por 5.500 pesos, la mujer de la taquilla me recibe el dinero y siento su mirada de ¡cochino! Ingreso encuentro una sala aterradora de gran pantalla y audio que asemeja una congregación religiosa, (claro en lugar de aleluyas y amen, se repite ¡ah!, ¡ah!, siiiiiiiiii!, síiiiiiiiiii,. ) Busco donde sentarme, encuentro un sitio lo más alejado de las pocas cabezas que puedo observar, silla estrecha y acolchonada que me trae desconfianza, flexiono mi pierna y la utilizo para sentarme sobre ella, intento que mi cuerpo no entre en contacto con nada a su alrededor, mi propósito no es ver la película, (considero que el ver una película de estas es vérselas todas, siempre el mismo argumento, solo que en estas el protagonista si muere), mi intención voyeristicamente hablando, es cumplir con la cochina cadena.
Empelotada….. ya
Hablar con …… ya
Hacer el ………. ¡Huy juemadre!, yo no sabía que eso se podía hacer, bueno esta no, dejémosla para los albores de los 30 si hay plata.
Estar con…….. a caramba, pá no parecer ñoño digamos que si….
Así marque una a una todas las posibilidades, Una de ellas me llamo la atención en particular, “has ido a un cine porno” jejejeje que pregunta tan mari…. Siempre tienen que meterle sexo a todo, pero si eso no existe, eso es una leyenda ochentera.
Lúgubre lugar, al cual se accede por 5.500 pesos, la mujer de la taquilla me recibe el dinero y siento su mirada de ¡cochino! Ingreso encuentro una sala aterradora de gran pantalla y audio que asemeja una congregación religiosa, (claro en lugar de aleluyas y amen, se repite ¡ah!, ¡ah!, siiiiiiiiii!, síiiiiiiiiii,. ) Busco donde sentarme, encuentro un sitio lo más alejado de las pocas cabezas que puedo observar, silla estrecha y acolchonada que me trae desconfianza, flexiono mi pierna y la utilizo para sentarme sobre ella, intento que mi cuerpo no entre en contacto con nada a su alrededor, mi propósito no es ver la película, (considero que el ver una película de estas es vérselas todas, siempre el mismo argumento, solo que en estas el protagonista si muere), mi intención voyeristicamente hablando, es cumplir con la cochina cadena.
Unas cuantas sillas al frente mío, una sombra que quiero pensar que era una cabeza, se movia haciendo flexiones y extensiones de cuello, cual vil metalero en rock al parque, a mi costado derecho una pareja… ay cosas que es mejor no contar, al lado izquierdo un señor de avanzada edad se aproximaba sutilmente hacia mi silla, en ese momento temí por mi retaguardia y en un movimiento rápido saque mi mano haciendo pistola, creo que entendió el mensaje porque paró en seco. ¡Ah! ni pá que miraba atrás, observe como en la pantalla como una y otra vez….. bueno, hasta que me dio mamera (de aburrimiento) y decidí salir. ¡ah! Yo poniéndome a gastar dinero de esa forma, con razón el formato DVD y la piratería los acabo, entrar a una sala de este tipo es buscar un examen gratis de próstata, solo con 2000 pesos el voyerista puede estar en la comodidad de su hogar y molestarse el cuerpo a sus anchas, en un teatro X, la incomodidad de la silla y el olor a naftalina de sus clientes es poco excitante.